En general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia,
pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven.
Nicolás Maquiavelo.
Un hombre estaba poniendo flores en la tumba de su esposa, cuando vio a un hombre chino poniendo un plato con arroz en la tumba vecina.
El hombre se dirigió al chino y le preguntó:
-‘Disculpe señor, ¿de verdad cree usted que el difunto vendrá a comer el arroz…?-
-‘Sí’, respondió el chino, ‘cuando el suyo venga a oler sus flores…’
-‘Sí’, respondió el chino, ‘cuando el suyo venga a oler sus flores…’
Cada persona somos un mundo. Un mundo sagrado además. Por eso, el único -y primer- acuerdo que pido a mis clientes en la consulta de coaching es: «NO JUZGUES NI TE JUZGUES».