Acabo de terminar un proceso de coaching, donde mi cliente ha alcanzado su META.
Comenzamos hace seis meses con el proceso. Mi cliente vino a mi consulta expresando su falta de energía vital, su insatisfacción vital… como si no hubiese nada que le moviera hacia un fin.
Tras trabajar en las primeras sesiones en la detección de esa falta de vitalidad, el cliente encontró la META en la que quería trabajar, y yo era testigo de que la luz de su cara cambiaba cuando hablaba de lo que quería conseguir. Éxito, logro, fin, meta, deseo, trabajar para… fueron palabras que iniciaron un plan de trabajo personal hace seis meses y que en la noche de ayer evaluamos y valoramos.
Exito alcanzado y meta cumplida: mi cliente está donde quiere estar…
Cuento con su autorización, por eso puedo publicar, que hoy obstenta el cargo político dentro de su Ayuntamiento que él deseaba, manteniendo el equilibrio entre la vida personal y pública.
Sus palabras de ayer me animan a seguir trabajando “apoyando a las personas con el coaching”.
De despedida del proceso le enseñé un video… en clave de humor… para que fuese trabajando (ya él sólo) en su próxima META vital… porque la ausencia de metas da la infelicidad.
Juan BELLIDO, palabra de coach